“Hacienda somos todos”. Un eslogan que caló hondo en millones de contribuyentes y que viene a decirnos que todas las personas, independientemente de nuestra renta, debemos cumplir con el nuestras obligaciones fiscales. Sin embargo, no siempre se puede, y esto es una realidad. Muchos son los motivos por los que una persona puede contraer deudas con Hacienda: por error, por descuido, por falta de liquidez, etc. En este artículo te contamos cuáles son las principales causas de estas deudas y cómo pagarlas. Porque, a pesar de que se trata de una situación triste y desagradable, tiene solución.
Las principales deudas con Hacienda son las que se contraen en relación a los dos grandes impuestos del Estado. El IVA y el IRPF, o en sustitución de este último, el Impuesto de Sociedades para las empresas o las personas jurídicas. Estos impuestos se liquidan principalmente a través de declaraciones periódicas: mensuales, trimestrales o anuales. Cualquier error u omisión en las cantidades o en los datos personales indicados en ellas puede generar una deuda y una multa por ello.
Además de las deudas por IVA e IRPF, también se pueden contraer deudas con la Seguridad Social. No son directamente con Hacienda, pues se trata de un organismo diferente, pero quien reclama es igualmente el Estado. También se pueden generar deudas con el Estado por otros motivos menores, como multas de tráfico o por hacer caso omiso a requerimientos de inspección por parte de los investigadores de Hacienda.
Cómo se pagan las deudas con Hacienda y por qué importe
Para determinar la cantidad que se debe pagar a Hacienda hay que tener como referencia la deuda, es decir, la cantidad que se tenía que haber pagado a la Agencia Tributaria y no se pagó: este organismo reclama el 100% de esa cantidad no pagada en las declaraciones correspondientes. Como puntualización, cabe recordar que estas deudas prescriben cuando pasan cuatro años desde el momento en el que se contraen, siempre y cuando no se abra un proceso sancionador. De modo que, por ejemplo, una cantidad no pagada en la Declaración de la Renta que se tenía que haber entregado en junio de 2015 en referencia a los ingresos de 2014 quedará prescrita a partir de junio de 2019.
Además de esta cantidad impagada, la Agencia Tributaria puede reclamar más dinero. Por un lado, una multa, que dependiendo de la gravedad de la sanción (leve, grave o muy grave) va desde el 50% al 150% de la deuda. Además, otra cantidad que se puede añadir a ello es el recargo por pago retrasado, que normalmente es el 20% del importe. Por el contrario, en algunos casos se puede aplicar un descuento por pagar de manera rápida una multa emitida.
En cuanto a las formas de pagar estas deudas con Hacienda, los canales son varios. Lo más común es hacerlo a través del banco, en su caja. Esto se puede efectuar con un cheque, con una tarjeta de crédito o mediante una transferencia desde tu cuenta personal. Además, se puede solicitar la domiciliación bancaria de ese importe. Desde los últimos años, se pueden saldar las deudas de manera telemática. También es interesante saber que en algunos supuestos, dependiendo de la cantidad adeudada y de los recursos de cada persona, se puede solicitar un aplazamiento o un pago fraccionado de los importes reclamados.
Soluciones a tus deudas con Hacienda
Una de las maneras de extinguir tus deudas con Hacienda es dejar pasar el tiempo, es decir, esperar que una determinada infracción prescriba a los cuatro años. Sin embargo, esta es una situación arriesgada y no recomendable, además de ser de gran complejidad desde el momento en el que se inicia un proceso sancionador.
En cambio, los microcréditos online o préstamos personales online son una solución rápida y sencilla cuando el importe de la deuda más la multa no es excesivamente elevado. Con Credy.es, por ejemplo, se puede saldar una deuda de hasta 750 euros de manera inmediata, puesto que el usuario recibe la cantidad solicitada en un plazo de 10-15 minutos aproximadamente, incluso si quien realiza la petición tiene otras deudas con otras entidades y forma parte de ficheros de morosos como RAI o ASNEF. Por ello, este método se ha afianzado como un recurso efectivo para combatir los gastos imprevistos, entre los que están en muchos casos las deudas con Hacienda.
De manera más general, otra medida efectiva a largo plazo es la de contratar los servicios de un asesor especialista o un abogado. Un profesional de este tipo te indicará cuáles son las posibilidades de recurrir y qué rebajas se podrían solicitar (si las hubiere) de esa cantidad adeudada. Además, contar con sus servicios en el día a día también ayuda a prevenir futuras deudas con Hacienda, que en muchos casos no se generan por la mala fe sino por errores inconscientes o por omisiones sin intención.