En ocasiones, el motivo por el que un préstamo queda denegado no es la falta de ingresos o de liquidez del solicitante, sino la tediosa burocracia que las entidades financieras tradicionales llevan a cabo. Sin embargo, a día de hoy y gracias a Internet, esto se ha acabado: los créditos rápidos sin papeles, como los que gestiona Credy.es, son la solución.
¿Qué son los créditos rápidos sin papeles?
Los créditos rápidos sin documentos son un tipo de préstamo online en el que al solicitante no se le exige demasiado papeleo. Solo se pide la documentación estrictamente necesaria para garantizar el cobro y para validar su identidad. De esta manera, se supera la gran barrera burocrática a la que se enfrentaban muchas personas cuando acudían a su oficina bancaria.
Uno de los documentos que no se pide en estos préstamos es la situación contractual de residencia, por lo que cualquier persona mayor de edad, independientemente de su origen, puede acogerse a este tipo de créditos online.
Otra traba burocrática que se supera con estos préstamos es la de formar parte de las listas de morosos, puesto que con Credy.es se otorgan créditos a personas incluidas en el ASNEF o en otros ficheros como CIRBE o RAI. Aparecer en sus bases de datos ya no es un motivo excluyente en la concesión de dinero rápido por Internet, como tampoco lo es el disponer o no de aval bancario: Credy.es gestiona préstamos sin aval, puesto que la cantidad máxima que se otorga (hasta 750 euros) no lo requiere.
¿Qué ventajas tienen los créditos rápidos sin papeles?
La principal ventaja de los créditos sin documentos ya la hemos conocido: la burocracia se reduce al mínimo, puesto que cualquier persona independientemente de su situación personal, tiene derecho a recibir un préstamo online.
La segunda ventaja es la rapidez con la que se conceden estos créditos: en muchos casos, en apenas 10-15 minutos desde el momento en el que se envía la solicitud. En otros casos, la gestión puede llevar algo más de tiempo hasta dar con la empresa crediticia más adecuada a tus necesidades. Pero en cualquier caso, el tiempo que transcurre entre solicitud y concesión es muchísimo más veloz que el que emplea una entidad bancaria tradicional.
Otro gran beneficio de esta modalidad de préstamo es la facilidad de solicitud, no solo por el menor papeleo que se necesita, sino porque el formulario de la página web de Credy.es es muy intuitivo y visual: no hace falta tener conocimientos avanzados de economía para acogerte a un minicrédito online como este. Para establecer la cantidad solicitada, basta con mover el selector hasta la cantidad deseada, con un máximo de 750 euros. Para establecer el tiempo de devolución, lo mismo: hay que mover la barra, con la opción máxima de 30 días.
También es muy interesante la gran discreción con la que trabajan Credy.es y las empresas crediticias colaboradoras. El dinero prestado va directamente a la cuenta corriente aportada, y cualquier tipo de comunicación relativa al préstamo se hace de manera respetuosa y discreta. Además, Credy.es se compremete a cumplir escrupulosamente con la Ley de Protección de Datos vigente, por lo que los datos introducidos en el formulario son 100% seguros.
¿Qué requisitos se piden en los créditos rápidos sin papeles?
Los requisitos que se piden para poder recibir uno de estos préstamos rápidos sin documentos son verdaderamente básicos. Por un lado, se necesita demostrar que se tiene más de 18 años. Esto es así porque la ley prohíbe que los menores de edad realicen este tipo de operaciones económicas. Por otro lado, se solicita un número de cuenta bancaria, puesto que el ingreso del crédito se realiza directamente vía transferencia bancaria. Y recalcamos que solo se necesita el número de cuenta, sin certificados ni justificantes de los fondos que en ella hay. Y por último, también se requiere una demostración de que el solicitante tiene ingresos económicos estables. Es decir, no hace falta que esos ingresos sean un sueldo de determinada cantidad. De hecho, Credy.es gestiona créditos online sin nómina, puesto que la fuente de ingresos necesaria para devolver el préstamo puede ser muy variada: desde una prestación por desempleo a una pensión por viudedad u otras muchas variantes.