El sector crediticio ha evolucionado mucho en los últimos años. Si hasta hace no mucho las opciones pasaban casi ineludiblemente por la banca tradicional, ahora hay muchas empresas y muchos particulares que se dedican a prestar dinero a las personas. En este artículo abordaremos precisamente las diferencias entre los prestamistas de capital privado y los prestamistas particulares, también conocidos en ocasiones como prestamistas privados, así como algunas de sus ventajas y desventajas.
La gran diferencia entre ambos es la naturaleza legal de cada uno. Mientras que los prestamistas de capital privado son entidades o empresas, constituidas legalmente para realizar esta labor, los prestamistas particulares son personas físicas, que en muchos casos son profesionales de otros sectores y que conceden créditos a otras personas para percibir un dinero extra.
La crisis ha dejado una consecuencia en el sector crediticio: tanto unos como otros han crecido exponencialmente, y ya son vistos como una alternativa válida por muchos clientes que no ven salida a sus deudas. Sin embargo, como veremos a continuación, unos tienen más riesgos que otros y unos son más adecuados que otros para determinadas situaciones. La balanza generalmente se decanta del lado de las entidades de capital privado.
Entidades que conceden préstamos de capital privado
Como decíamos, los prestamistas de capital privado son empresas profesionales especializadas en conceder préstamos personales a sus clientes. Analizan los riesgos, tienen solvencia económica, aconsejan a sus clientes sobre las diferentes opciones y, aunque en algunos casos los intereses pueden ser más elevados que los préstamos bancarios, el afán de beneficio desmesurado no es lo que les mueve, sino la voluntad de dar servicio a sus clientes, con unos márgenes de beneficio justos.
Y por encima de todo, realizan todos los trámites de forma reglamentaria, tanto de cara al cliente como de cara a Hacienda, por lo que no existe riesgo de ser víctima de una estafa. Sus clientes son consumidores que tienen los mismos derechos que los que reciben servicios de otros profesionales, con la protección y el amparo de las leyes vigentes.
Desventajas y riesgos de los prestamistas privados o particulares
Aunque en otros artículos ya hemos avisado sobre las desventajas de los prestamistas particulares, no está de más recordarlos. La principal son sus altas comisiones, muy por encima de la media si lo comparamos con los créditos bancarios y con los de capital privado. Otra desventaja es la de los gastos asociados, pues en muchos casos hay que recurrir a abogados o a notarios para poder realizar los trámites de concesión y la firma del contrato.
Sin embargo, una cosa son las desventajas y otra los riesgos. A estos últimos hay que prestarles mucha atención, pues nos pueden crear más de un disgusto si no estamos bien informados. En primer lugar, cabe mencionar la práctica ilegal de algunos prestamistas particulares que no realizan contrato ni realizan los trámites conforme a la ley. En el caso de problemas, las posibilidades de reclamación desaparecen por parte del usuario.
Otro riesgo son las elevadas garantías que en muchos casos piden los prestamistas privados para conceder el crédito. En muchos casos son los llamados créditos con hipoteca, es decir, aquellos en los que se pone una casa como garantía de devolución del dinero, incluso cuando el importe del préstamo solicitado no es muy alto y apenas alcanza un pequeño porcentaje del valor del inmueble. Esto es especialmente peligroso, puesto que el riesgo es perder la casa por culpa de un importe mucho menor a su valor.
Por ello, siempre se recomienda consultar a un experto antes de formalizar el contrato. Y recalcamos esta última parte: en la modalidad de préstamo entre particulares siempre debe haber contrato, donde quede constancia de las condiciones del acuerdo.
¿Qué ventajas ofrecen las entidades de capital privado?
Conocidos los riesgos, se valoran más las ventajas de las entidades de capital privado y más concretamente, las compañías como Credy que ofrecen microcréditos rápidos por Internet: con estos, desaparecen la mayor parte de los riesgos: no hay avales ni garantías, por lo que el cliente no perderá ningún bien. ¿El motivo? El hecho de que la cantidad solicitada sea moderada, hasta 750 euros, que no obstante es suficiente para solventar gastos imprevistos o gastos de consumo, como vacaciones.
Por otro lado, la burocracia también desaparece: apenas es necesario cumplimentar un sencillo formulario en el que se indican datos básicos como el nombre o el número de cuenta bancaria en el que se quiere recibir el dinero. De hecho, 15 minutos es el tiempo medio en que Credy deposita el dinero en su cuenta. Si no fuera posible realizar la operación de este modo, Credy le pone en contacto precisamente con otros prestamistas de capital privado que le pueden ofrecer diferentes soluciones a sus necesidades de financiación.