Los créditos al consumo son un tipo de préstamos que forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque no siempre se tiene totalmente claro qué es lo que los hace especiales. En este artículo te contamos qué es exactamente un crédito al consumo, cuáles son sus ventajas, sus inconvenientes y la forma de conseguirlos.
Las dos características básicas de estos créditos las explica muy claramente el Banco de España:
- Son préstamos concedidos para “satisfacer necesidades personales” del cliente, al margen de su actividad profesional. Por tanto, el uso de estos créditos al consumo se pueden destinar a cualquier aspecto del ámbito privado, sin tener que dar explicaciones al respecto: gastos para vacaciones, para compras navideñas, para la adquisición de tecnología, etc.
- Su importe debe ser de, al menos, 200€.
Según indica la Ley 16/2011, hay préstamos bancarios que no se pueden considerar créditos al consumo. Entre ellos están aquellos que se destinan obligatoriamente a un fin concreto, como es el caso del préstamo hipotecario, que tiene como objetivo la compra de una vivienda. Tampoco se pueden considerar ‘préstamos al consumo’ aquellos acuerdos que tienen como fin el pago de una deuda existente “sin intereses, comisiones ni otros gastos”, puesto que en ese caso no hay concesión de dinero sino solo facilidades de pago de esa deuda.
Cómo conseguir créditos al consumo
La forma tradicional de conseguir un crédito al consumo es acudir a la oficina bancaria o a las dependencias de una empresa financiera y realizar un contrato de crédito. Antes de firmarse este contrato entre banco y cliente, se deben superar una serie de fases previas, como la de estudio de la situación económica del solicitante o la entrega de una oferta vinculante por parte de la entidad, donde se recogen todas las condiciones de ese préstamo (comisiones, plazos, importes, etc.).
Sin embargo, ha surgido una nueva forma de solicitar créditos al consumo gracias a la irrupción de Internet: los minipréstamos online. Este tipo de préstamos se puede considerar ‘al consumo’ porque en la mayoría de las ocasiones supera los 200€ y porque se puede (y se suele) destinar a gastos personales, sin que el cliente tenga que dar explicaciones al respecto. Con Credy.es, aunque el importe mínimo a solicitar son 50€, se puede superar ampliamente la cifra de 200€. De hecho, el máximo máximo estipulado para cualquier cliente son 750€.
Ventajas e inconvenientes de los créditos al consumo
La principal ventaja de estos créditos es evidente: ayudan a realizar compras personales que, por unos motivos o por otros, no se quieren llevar a cabo ‘de golpe’: la mayor parte de las veces, se solicitan para favorecer el fraccionamiento de un pago, pero otra razón muy habitual es la posibilidad de aplazamiento de ese gasto, ya sea por falta de liquidez, por el surgimiento de otros gastos imprevistos, etc.
Por lo que respecta a los inconvenientes, hay que analizar cada modalidad de crédito para descubrirlos. En el caso de los créditos al consumo bancarios, la gran desventaja es la burocracia, que complica y alarga su concesión. Desplazamientos, estudios económicos, firma de contrato y un largo etcétera de requisitos que pueden dilatar en el tiempo la recepción del dinero. Además, a menudo esos requisitos son muy exigentes: por ejemplo, se suele denegar el crédito a los solicitantes sin nómina fija o sin la posibilidad de entregar avales o garantías en forma de patrimonio. Quienes se encuentran registrados en las listas de morosos, como ASNEF o RAI, también reciben un ‘no’ por respuesta cuando acuden a informarse sobre estos préstamos.
En el caso de los minicréditos online al consumo, el inconveniente que se podría citar es el breve periodo de tiempo para la devolución (30 días como máximo en Credy.es), pero en realidad se trata de una desventaja que se convierte en ventaja si la analizamos desde otro punto de vista: las numerosas comisiones que se pagan en las mensualidades de los créditos al consumo tradicionales. Normalmente, a mayor número de cuotas mensuales para la devolución, mayor será la suma total de intereses a pagar por el cliente, por lo que no siempre es interesante establecer un calendario largo de devolución. Además, la banca tradicional también incluye comisiones por estudio, por apertura, por cierre, por cancelación anticipada y por otros conceptos. En cambio, si tenemos en cuenta que el importe de los minicréditos es siempre moderado y asumible, pierde sentido fraccionar en varias cuotas el importe a devolver.
Los minicréditos online al consumo también escapan a los otros inconvenientes atribuidos a los préstamos tradicionales: apenas hay papeleos ni desplazamientos porque se solicitan directamente por Internet y los requisitos para la concesión son muy básicos (al menos con Credy), puesto que tanto personas presentes en ASNEF como otras sin nómina o sin aval pueden acceder a esta vía de financiación.